Un daño cerebral es una lesión que suele deteriorar las células cerebrales o provoca su destrucción. En 2019 en España vivían alrededor de 420.000 personas con este problema y de ellas un 90 % presentaban secuelas, estamos hablando de unas de 378.000 personas aproximadamente. De esas personas un 78 % de los casos eran daños generados por ictus y el otro 22 % eran desarrollados por traumatismos craneoencefálicos u otras causas.
Tipos de daños cerebrales
Podemos dividir el daño cerebral en
- Daño cerebral traumático, este es causado de forma externa, por norma general se desarrolla por un golpe en la cabeza. Este golpe hace que el cerebro se mueva dentro del cráneo y lo dañe, es a lo que llamamos traumatismo craneoencefálico (TCE)
- Daño cerebral adquirido (DCA), se produce cuando a una persona de forma repentina le deja de funcionar el cerebro sin tener ningún daño cerebral anterior por una lesión externa, puede ser causado por un ictus, meningitis, anoxia cerebral (falta de oxígeno en el cerebro) o un tumor cerebral.
El daño cerebral tiene consecuencias que afectan al individuo en su totalidad y sus consecuencias puede manifestarse a través de problemas conductuales, sensoriales, emocionales, sensitivos y cognitivos. Los problemas motores suelen ser los más llamativos en este tipo de afección pero sin duda todos ellos pueden crear una limitación en sus actividades del día a día al individuo que las padece, por lo que podría provocar una menor interacción social.
Es de vital importancia recibir ayuda de los especialistas en rehabilitación de las distintas áreas para recuperarse de cualquiera de las secuelas que pueda haberte ocasionado el daño cerebral adquirido.
Dificultades asociadas al daño cerebral
En algunos casos de daños cerebrales existen dificultades asociadas que hacen que no sea posible un desarrollo motor normal como pueden ser:
- Alteración o perdida de la sensibilidad, a causa de un daño cerebral se puede perder la sensación de dolor, la reacción ante un momento de calor o frio, la molestia a la hora de estar en una postura concreta e incluso no sentir si eres tocado o si tocas algo. El grado de pérdida o alteración puede hacer que no se reconozca lo que se está tocando ya sean objetos, partes del cuerpo, animales o flores lo que haría aún más duro el día a día de la persona que lo padece y la dependencia de la misma para según qué cosas. También puede desarrollarse la parestesia que consiste en hormigueo, picazón, dolor, entumecimiento o sensaciones y reacciones raras en el cuerpo.
- Reacciones asociadas.
- Perdidas del movimiento selectivo.
- Perdidas de reacción ante situaciones de equilibrio.
- Alteraciones del tono muscular (hipotonía o hipertonía).
- Nistagmo, consiste en el movimiento involuntario y por lo tanto incontrolable de los ojos. Este movimiento puede ser de cualquier manera; vertical, oblicuo, rotario, horizontal o una combinación de varios.
- Diplogia, es la definición de ver un único objeto percibiendo dos imágenes que pueden estar en horizontal, vertical o diagonal.
- Las alteraciones cognitivas son bastante comunes.
- Afasias, son alteraciones o trastornos que se pueden dar en la comunicación debido a un daño cerebral en el área del control del lenguaje, lo cual puede afectar a la escritura, a la lectura, y al habla.
Deja una respuesta