Como bien es sabido por todos, un trasplante de riñón es algo serio, por ello tras salir de una operación de este calibre debemos mantener una dieta equilibrada y evitar alimentos que puedan ser dañinos para este nuevo riñón. Es una segunda oportunidad por lo que os vamos a dar algunas nociones para aprovechar esta nueva vida al máximo.
¿Qué si vas a tener que vigilar tu dieta después de un trasplante? Claro que sí, la dieta es algo que deberían tomar muy en serio todas las personas puesto que somos lo que comemos, esto no quiere decir que por lo que has comido anteriormente es por lo que tienes dañado el riñón o cualquier otro órgano y por eso te han de hacer el trasplante, pero sí que al tener siempre una dieta equilibrada y saludable tus problemas de salud se pueden reducir en un alto porcentaje. El tener una dieta sana y equilibrada ayuda a prevenir
- Presión arterial alta
- Nivel elevado de azúcar en sangre
- Obesidad
- Etc.
Es decir, el mantener una dieta saludable y compaginarlo con algo de ejercicio va a dar como resultado una mejora de tu salud en general, física y psicológicamente.
Tras un trasplante de riñón hay que planificar ya sea por tu cuenta o con la ayuda de un profesional una dieta adecuada, aunque en su mayoría coinciden en ser una dieta baja en sal y alta en fibra. Una dieta equilibrada consiste principalmente en beber una gran cantidad de agua con un mínimo de 1,5 o 2 litros diarios, conlleva también una gran variedad de frutas y verduras frescas, productos bajos en grasa, carnes magras, semillas y granos integrales, etc.
Además cuando te sometes a un trasplante de riñón suelen mandar medicamentos inmunosupresores que a la vez que ayudan a reducir la posibilidad de rechazo del trasplante debilitan la capacidad de tu cuerpo de defenderse ante cualquier infección, por lo que bajan tus defensas.
Algunas de estas infecciones pueden venir de los alimentos por lo que es importante:
- Lavarse las manos con frecuencia, en especial cuando se manejan alimentos crudos como huevos, pollo, etc.
- Tener cuidado al comer fuera
- Evitar alimentos de alto riesgo por una mayor probabilidad de contener bacterias
En caso de tener que ser tratado además de con medicamentos inmunosupresores, con esteroides es posible que tenga:
- Aumento de apetito, puede crear un aumento de peso no deseado
- Aumento de niveles de grasa en sangre (colesterol y triglicéridos)
- Aumento de azúcar en sangre
- Retención de líquidos y sal
- Colapso del tejido muscular y óseo
Debido a estos posibles cambios por la medicación es importante tener en cuenta todo lo que hemos indicado de llevar a cabo una dieta saludable y en las proporciones adecuadas. También sería favorable para nuestro cuerpo y trasplante evitar alimentos grasos y con alto contenido en azúcar.
El ejercicio es un gran aliado en estas situaciones, posiblemente en pequeñas dosis, eso lo indicara un especialista, pero el hacer entre 20-40 min de deporte 3-4 veces en semana hará que nos sintamos mejor y que nuestro cuerpo aprenda a funcionar en todos sus aspectos con su nuevo huésped.
Algunos alimentos de riesgo con trasplante de riñón
Si, has oído bien hay alimentos que se recomiendan no tomar por ejemplo si están pasados en su fecha de caducidad, mohosos o se ven en mal estado. Para finalizar, os voy a enumerar algunos de estos alimentos:
- Aves de corral, mariscos, carnes o pescados si están crudos o poco hechos como: sushi, pollo, cangrejo, calamar, almejas, camarones, mejillones, ostras, langostinos, etc.
- Frutas y vegetales como: brotes, ensaladas sin lavar, frutas dañadas o crudas sin lavar, zumos o sidras sin pasteurizar, verduras crudas sin lavar, etc. Si tomas medicamentos inmusupresores específicos es muy posible que te pidan eliminar de tu dieta todo lo relacionado con el pomelo y la granada.
- Productos lácteos como leche, queso o yogurt no pasteurizados o huevos crudos o poco cocidos o cualquier producto que los contenga.