Opciones y ventajas para mayores de 70 años
Una vez cumplidos los 70 años, la mayoría de compañías aseguradoras solo tienen disponible el producto de seguro decesos Prima Única.
Esta modalidad de seguro puede ser contratada por cualquier persona y a diferencia del resto de modalidades carece de cuestionario de salud (incluidas personas con enfermedades terminales). En esta modalidad se abona la prima del seguro en un solo recibo, garantizándose la prestación del servicio funerario con sus respectivas gestiones administrativas, así como el resto de coberturas y el desembolso económico que todo esto conlleva.
Por otro lado, existen compañías expertas en este ramo que ofrecen la posibilidad de contratación de una póliza periódica (mensual, bimensual, trimestral…) para personas de hasta 80 años. Esta es una solución para familias que no pueden permitirse desembolsar el importe de un seguro de decesos prima única (ya que la contratación de esta modalidad está en torno a los 4000 €).
Es recomendable que para las edades comprendidas entre los 70 y 80 años se contrate una prima nivelada (fija) o mixta y aparte se haga un estudio de la evolución que va a tener esa prima (este estudio será aproximado ya que la variación de la prima depende también de variables como el IPC o el coste de servicio impuesto por las funerarias).
También como en el resto de edades a la hora de contratar un seguro de decesos, es necesario analizar si la compañía que nos está ofreciendo su producto tiene o no periodo de carencia (es el periodo de tiempo que transcurre hasta que las garantías de una póliza toman efecto).
¿Cómo funciona el seguro de decesos?
El seguro de decesos es una póliza anual y renovable que suele tener una forma de pago mensual.
La prima de esta póliza se paga hasta que ocurre el fallecimiento de algunos de los beneficiarios incluidos en ella (salvo en el caso del seguro de decesos prima única; donde se contratan los servicios de la compañía por anticipado).
Llegado el momento de la defunción, se hace uso de la prestación de servicio que ofrecen las compañías aseguradoras y de sus correspondientes gastos.
La prestación del servicio funerario se encarga desde el féretro hasta la incineración o inhumación. Habitualmente los familiares de la póliza pueden elegir funeraria, los elementos incluidos en el entierro y la localidad donde se va a prestar el servicio.
Como segunda garantía básica dentro de esta póliza, un profesional se encargará de las gestiones administrativas del entierro y del fallecimiento.
Adicionalmente a estas coberturas básicas hay que sumarle las que complementan a la propia defunción, como la asistencia al fallecimiento o la asistencia en viaje.
Aparte las compañías aseguradoras incluyen otras como las prestaciones sanitarias y de cuidado personal.